Paquicefalosaurio

jueves, 27 de agosto de 2009



Especie: Pachycephalosaurus WyomingensisSu nombre significa Reptil con Cabeza Gruesa de Wyoming. Vivió en el periodo Cretácico tardío. Medía cinco metros y pesaba dos toneladas. Las características más sobresalientes de este herbívoro, son: la enorme bóveda ósea, de hasta 25 centímetros de espesor que presenta en su cabeza, y la serie de prominencias que la circundan. Se cree que dicha estructura le servía en los rituales de apareamiento. Los fósiles de esta especie se han encontrado en Wyoming, Montana y Dakota de Sur, Estados Unidos.

Triceratops



Especie: Triceratops HorridusSu nombre significa Horrible Cabeza con Tres Cuernos. Vivió durante el periodo Cretácico tardío. Este herbívoro se alimentaba de plantas duras y ricas en fibra. Medía nueve metros y pesaba aproximadamente seis toneladas. Era el mayor de los dinosaurios cornudos que vivieron a finales del Cretácico. Sus dientes y su pico curvado, como el de un loro, no eran adecuados para masticar las plantas que comía, pero sí para cortar. Se han encontrado restos fósiles en Canadá y Estados.

Velociraptor




ArqueopterixEspecie: Archaeopterix Lithographica Su nombre significa Ala Antigua. Esta ave primitiva vivió en el periodo Jurásico. Era un dinosaurio carnívoro. Su dieta probablemente incluía pequeños reptiles, mamíferos e insectos. Medía aproximadamente 60 centímetros y pesaba 500 gramos. Se le considera la primera ave. Es uno de los fósiles más importantes, porque aporta evidencias que apoyan la teoría de que las aves evolucionaron a partir de un antepasado que era dinosaurio. Los esqueletos fósiles de esta especie muestran que no eran tan buenos voladores como las aves actuales. Hasta la fecha se han encontrado ocho ejemplares en el sur de Alemania.
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OrnitomimoEspecie: Ornithomimus VeloxSu nombre significa Rápido Imitador de Aves. Vivió durante el periodo Cretácico tardío. Esta especie era omnívora. Se alimentaba de plantas, insectos y hasta huevos de otros dinosaurios. Medía tres metros de largo y pesaba hasta 150 kilogramos. Se le asignó este nombre por su gran parecido a las aves modernas, como la avestruz. Sus restos fósiles han sido encontrados en Colorado y Montana, Estados Unidos, y Alberta, Canadá.
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VelociraptorEspecie: Velociraptor MongoliensisSu nombre significa Rápido Cazador de Mongolia. Vivió durante el periodo Cretácico tardío. Medía hasta 1.8 metros de longitud y pesaba 15 kilogramos. Era carnívoro. Se cree que su presa favorita era el Protoceratops. Tenía el tamaño de un lobo actual y probablemente cazaba en grupo, lo que le permitía matar presas mucho más grandes que él. Al igual que Deinonicus, tenía una poderosa garra en sus patas, con la que hería de muerte a sus presas. Sus fósiles han sido encontrados en Mongolia y China.

El Gorila: (Gorilla gorilla)

miércoles, 26 de agosto de 2009


La primera especie que se traiga de nuevo a la vida, será probablemente una que este en peligro de extinción a día de hoy. Los conservacionistas están tomando muestra de tejido de muchas especies amenazadas para congelarlas, de modo que se podrían resucitar con clones que usarían a parientes relacionados con ellos y un hábitat adecuado. Para los gorilas el sustituto sería el chimpancé.

Castor Gigante: (Castoroides ohioensis)



Existe un gran controversia sobre el restablecimeinto de los castores a la normalidad en algunos países, por lo que no es difícil imaginar la controversia que suscitaría integrar uno de 2,5 metros de longitud en América Norte. Conseguir una secuencia completa de este animal actualmente es imposible pero podrían encontrarse restos en el futuro. El chigüire, que tiene aproximadamente la mitad de su masa, sería probablemente el sustituto más adecuado.

El Alce Irlandés: (Megaloceros giganteus)


Este gigante del Pleistoceno, se encontró una vez por toda Europa. Su tamaño podría alcanzar los dos metros de altura hasta el lomo y unas astas de hasta cuatro metros de ancho. Lo curioso es que es un ciervo más que un alce, y su pariente cercano de una misma rama evolutiva que se separo hace 10 millones de años, es mucho más pequeño. Este abismo entre las dos especies hace difícil que se resucite a pesar de que se lograra conseguir un genoma completo del ADN.

El Moa: (Dinornis robustus)


En la actualidad existen muchos restos del Moa que han pasado bien conservados en las cuevas de Nueva Zelanda, restos de huevos y huesos, hacen factible una posible recuperación del ADN. Pero, ¿No sería mejor comenzar por su pariente más pequeño el Megalapteryx didinud que por el Moa con sus más de tres metros de altura?. Aunque lejanamente emparentadas con los avestruces, estas serían los candidatos ideales para su recuperación.
El ave Moa es otro de esos animales legendarios que siguen ocupando la especulación en cuanto a su supervivencia en remotos lugares de Nueva Zelanda.

El perezoso gigante de tierra: (Megatherium americanum)


Este gigante alcanzaba los 6 metros de altura y se cree que pesaba unas 4 toneladas. Su extinción es relativamente reciente y se han encontrado algunos ejemplares con pelo, una excelente muestras de ADN, así que es posible conseguir el genoma de este gigante, es más, el Dr. Hendrik Poinar de la Universidad de MacMaster en Canadá, ha extraído ADN de este perezoso que se encontró fosilizado en estiércol. La dificultad radica en un sustituto adecuado ya que el pariente más cercano es el perezoso arborícola de tres dedos que es enano en comparación. Podría ser capaz de proporcionar los huevos con los que crear el embrión, pero la cría superaría con creces a la madre en cuestión de poco tiempo.

El Dodo: (Raphus cucullatus)




En 2002 los genetistas de la Universidad de Oxford consiguieron permiso para “cortar” unas muestras de los mejores restos conservados del Dodo, los restos de un hueso de la pata con piel y plumas. El ejemplar se encontraba bajo llave en la Universidad del Museo de Historia Natural, “fue unas de las cosas más espantosas que he realizado nunca” explico Beth Shapiro encargado de la extracción. Los restos produjeron fragmentos de ADN mitocondrial del Dodo, pero nada más. Desde entonces ningún otro resto ha aportado más registros de ADN, y algunos esperan que todavía hoy se encuentre algún ejemplar en buenas condiciones. El candidato ideal para usarlo como madre serían las palomas

Rinoceronte lanudo: (Coelodonta antiquitatis)



El renacimiento del rinoceronte lanudo, tiene mucho a su favor. De la misma manera que con el mamut, existen muchos ejemplares congelados en permafrost y la disponibilidad de cuernos, pelos y pezuñas es una gran ventaja. Estos tejidos pueden ser limpiados con algo similar a la lejía y el champú para eliminar los contaminantes de ADN como microbios y hongos, ante de utilizar enzimas para recuperar un ADN casi puro del rinoceronte. Esto hace que tener una secuencia completa sea sólo cuestión de tiempo. Lo malo es que todos los candidatos a madre de alquiler, se encuentran actualmente en grave peligro de extinción, lo que siendo el caso, la prioridad de resucitar a un rinoceronte lanudo no es una prioridad

El Glyptodon: (Doedicurus clavicaudatus)

Este inmenso armadillo del tamaño de un Volkswagen Escarabajo, deambulo por los paisajes de América del Sur libremente y a muchos les gustaría que lo hiciera de nuevo. No existen por el momento restos congelados de este animal, por lo que dependería de encontrar algunos restos en buenas condiciones en un lugar fresco o una cueva seca. Y luego tendríamos otro gran problema, los actuales candidatos para hacer de madres portadoras son realmente más pequeños que este gigante.

El Thylacine: (Thylacinus cynocephalus)

El ultimo “tigre de Tasmania” conocido murió en el zoológico de Hobart en 1936, siendo extinta por culpa del ser humano. En la actualidad existen diversos tejidos conservados con menos de un siglo de antigüedad, por lo que los genetistas no deberían tener problemas para secuenciar su genoma completo. Cuando hablamos de “resurrección” resulta además que los marsupiales como este son excelentes candidatos pues el embarazo de estos animales suele durar unas semanas, y con una simple forma de placenta, por lo que el riesgo de rechazo del embrión implantado sería muy reducido. El candidato ideal como madre sería el Diablo de Tasmania, y tras su nacimiento, el feto tendría que ser alimentado en una bolsa artificial y alimentado también con leche artificial. En la actualidad, existen decenas de informes, filmaciones y fotografías que tratan sobre la posible supervivencia de este marsupial, en nuestros días, lo que para muchos especialistas no es tan descabellado.

Oso Cavernario: (Arctodus simus)



ejemplares parten de una misma rama evolutiva que se separo hace unos 5 millones de años, pero lamentablemente el oso americano, solo conserva un 10% de la masa corporal del oso cavernario, pEsta mole gigante sobrepasaba al mayor carnívoro terrestre que podemos encontrar actualmente, el oso polar. Se cree que este oso pudo ser un tercio mayor que su primo “albino” en posición vertical, y llegar a pesar una tonelada. La recuperación de su ADN debería ser posible al encontrarse ejemplares en permafrost. Este oso tiene su pariente más cercano en el oso de América del Sur, los dos or lo que es posible que no sea un buen candidato.

Tigre Dientes de Sable: (Smilodon fatalis)


Esta legendaria bestia felina, sería un candidato excelente para un estudio de viabilidad. Se sabe que existen muchos especímenes conservados en los pozos de alquitran en Los Ángeles, pero lo malo es que este alquitran hace muy difícil la extracción del ADN, motivo por el cual hasta el momento nadie a sido capaz de aislar una secuencia decente. Sin embargo, también existen ejemplares en permafrost que podrían ser una fuente excelente para la extracción de ADN. En caso de poderse extraer un secuencia completa, el león africano sería un excelente candidato para traerlo a la vida por sus condiciones de vida similares. En algunos lugares del continente americano se han recogido informes que relatan avistamientos de una criatura similar al tigre dientes de sable.

los animales prehistóricos

Los 10 animales prehistóricos y extintos que podría resucitar




I. Sobre la importancia de tener cabeza:

Los animales más simples carecen de cabeza. Pero en aquellos que han superado el estadio de las esponjas y de los cnidarios, una parte de los organismos de los sentidos tiende a agruparse en la zona delantera, alrededor del segmento anterior de la boca. En los anélidos ya se nota la formación de una cabeza con ojos; variados anillos se agrupan en un comportamiento sobresaliente en el que se concentran los ganglios nerviosos de todos los segmentos implicados. Esta concentración se acentúa en tres grupos independientes:




Los cefalópodos (moluscos)


Son un grupo especializado y mucho más evolucionado que los demás Moluscos. Tienen el cuerpo simétrico con cabeza diferenciada y pie transformado, constituyendo los tentáculos o brazos que rodean la cabeza y el embudo. El embudo está situado ventralmente debajo de la cabeza. A través del embudo, por contracción muscular, se expulsa el agua de la cavidad paleal, que por reacción impulsa el cuerpo hacia delante. El manto que recubre el tronco puede estar provisto de expansiones a modo de aletas. Están provistos de concha, pero ésta puede estar reducida o faltar. El sistema nervioso está bastante desarrollado, y los ojos permiten una buena visión. La piel de los Cefalópodos posee los llamados cromatóforos que contienen pigmentos rojo y negro. Esto les permite cambiar rápidamente de color. Su reproducción es por huevos que se fecundan en el interior del cuerpo de la hembra y que luego son envueltos en una masa gelatinosa, pudiendo ser puestos aisladamente, o en masas.



Los artrópodos (crustáceos)



Los artrópodos son invertebrados que tienen un exoesqueleto de quitina (polímero de N-acetilglucosamina) y patas articuladas móviles. Este esqueleto externo les sirve como protección contra las agresiones del medio, como pueden ser la sequedad y el exceso de calor, y contra sus enemigos. También les proporciona la resistencia necesaria para una movilidad rápida y precisa.
Los artrópodos, como su nombre indica, poseen apéndices articulados que emplean para desplazarse, respirar y alimentarse. En la cabeza aparecen los principales órganos sensores y aquellos que emplean para la ingestión de alimentos.
Aproximadamente, el número de especies conocidas de artrópodos es de un millón, especie más, especie menos. Artrópodos hay en todos los sitios: en los charcos, en los ríos, en los lagos, en los mares, en el desierto, en la montaña, en el polo, en las copas de los árboles, bajo tierra... Los artrópodos nadan, bucean, se arrastran, cavan, vuelan, saltan... vamos, que hacen de todo menos escribir a máquina

Una de las teorías filogenéticas en boga indica que los artrópodos provienen evolutivamente de los anélidos a través de un grupo que todavía no hemos estudiado: los onicóforos. Los onicóforos son animales terrestres que viven en lugares húmedos y sombreados de los bosques, alimentándose de pequeños insectos y crustáceos, que cazan a distancia gracias a un líquido venenoso que proyectan sobre sus víctimas. Anteriormente se clasificaron los onicóforos entre los moluscos, pero más tarde se descubrió que formaban un grupo aparte situado a medio camino entre los anélidos y los artrópodos, con caracteres típicos de ambos grupos.


Los artrópodos se clasifican en quelicerados y mandibulados. Los quelicerados son los menos evolucionados y se caracterizan por poseer quelíceros, son los arácnidos. Los mandibulados son los artrópodos más evolucionados, poseen mandíbulas en vez de quelíceros y se dividen en miriápodos, crustáceos e insectos, grupo este último que trataremos en capítulo aparte.